Secretos bajo la Alfombra

Una mañana desperté y mi sombra había desaparecido, de repente se había esfumado.
Pero.... a donde pudo ir, ¿Estará lejos?... ¿Será que lo deje olvidado en algún lugar?... y la pregunta más importante ¿Volverá?

La angustia invadió mi alma, mi mente quedó en blanco y por un momento sentí que perdía mi identidad, ¿Quién era? ¿Qué me falta? estaba realmente aturdida.

Salí a recorrer y buscar en todos esos lugares donde solía estar completa: el cuarto de juegos, la caja de las canicas, los trompos y los taps, la canchita de fútbol del parque, el comedor, junto a los naipes, el domino y el jenga. Lo busqué en mi cuarto, donde estaba el play station y vi con terror que a Noruega le faltaba Perú, incluso lo busque en la sala los sábados y domingos en la madrugada frente a la tele, pero solo estaba la carrera, sin espectadores.

Pensaba ¿Dónde estará? y luego recordé que la última vez que estuve completa, estaba en la habitación frente a mi cuarto. Entre raudamente, con la esperanza de encontrar lo perdido, pero al entrar solo encontré un cuarto vació, eran solo cuatro frías paredes, color celeste.

Me quedé parada en el centro de la habitación, un poco confundida, mientras una lágrima escapaba de mis ojos y corría libre hacia mis labios. Repentinamente, lo recordé todo... Yo lo había visto partir, lo vi despedirse con Jesús alrededor de su cuello y mientras esa imagen se hacia cada vez mas borrosa por la humedad de mis ojos, mis piernas flaquearon. Por primera vez no podía mantenerme en pie, la angustia me había enseñado a arrodillarme y esta vez no solo una, sino miles de lágrimas escaparon de mis ojos, sin poder detenerlas.

Se había ido y no había como recuperar lo perdido. Pero... ¿Porqué se fue? ¿Porqué después de tantos años en los que había sido parte de mi? , ¿Porqué había decidido abandonarme ahora? ¿Porqué?
Yo sabía la respuesta, pero no quería admitirlo. El ser humano siempre está en una carrera constante, avanzando hacia la línea de llegada en la que todo termina(tal y como las carreras de F1 que soliamos ver) y es en ese momento en el que retrocedemos y revivimos momentos importantes del camino.

Yo, mientras aún esté en carrera, estaré esperando hasta el final del día como el sol y cuando el cielo enlutesca, recogeré mis pasos, esperando el día en que atraviese la línea de llegada, porque ese día estaré de nuevo completa, porque tu estarás conmigo, hermanito mío.

Comentarios

  1. Realmente ingeniosos tus "secretos". Prometo guardartelos bien escondidos, solo para mi hasta que "recojas tus pasos y atravieses la linea de llegada".
    Preciosa entrada.
    Saludos.

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  2. Ohhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh!! (es todo lo que puedo decir)

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