Te veo dormir
Muchos te pueden ver a diario o de vez en cuando. De cerca o de lejos. Te han visto reír y llorar, caer, levantarte, enojado o extasiado. Te ven a primera hora de la mañana o en el ocaso del día. En momentos de fortaleza o vulnerabilidad. Celebrando un logro o planeando el futuro. Pero yo, yo te veo dormir, escucho tu respiración y siento tus latidos; y por un momento parece que no solo tú estás soñando.